martes, 25 de junio de 2013

RESEÑAS

Pues eso, una reseña de la revista literaria Astrolabium, que con inmenso cariño ha tenido a bien dedicarme mi amigo Gustavo.
Desde aquí, muchas gracias.

http://astrolabiumpress.com/resenas-2/

miércoles, 19 de junio de 2013

EL MOVIL

Yo miraba al teclado pensando que aquel litigio era el más extraño que había llevado jamás. Mi cliente acusaba a su mujer de haber incendiado todas sus parras justo antes de la vendimia. Al parecer, se había subido a un globo y había rociado de gasolina los árboles, para luego prenderles fuego. Cuando cursé la denuncia no pude evitar preguntarle a mi representado una cuestión que no terminaba de encajar. No había móvil. Su matrimonio no marchaba mal, si bien era cierto que, según sus palabras, su mujer era muy temperamental, sin embargo  aquel incendio les perjudicaba a ambos.
- ¿Cómo esta tan seguro de que fue su mujer? Desde el globo no pudo verla.-le dije.
-Sé que era mi mujer porque en el globo había escrito TE AMO en letras enormes.-
-¿Y?- respondí yo sin entender nada.
-Verá señor letrado, mi mujer sabe que sólo había algo que amaba tanto como a ella, y eran mis parras.-

El móvil habían sido los celos.

lunes, 17 de junio de 2013

LA CAUSA

Habían pasado más de veinte años, pero recordaba aquel caso como si hubiera ocurrido ayer. Varios niños habían sido asesinados, pero el acusado fue puesto en libertad por falta de pruebas y el juez decretó el sobreseimiento y archivo de las actuaciones. De nada valieron mis argumentos y supongo que no importó demasiado Al día siguiente le encontraron en su apartamento, clavado a la pared como un insecto en una exposición y con la garganta destrozada. Junto a él, aquella fotografía, como una ofrenda macabra, o más bien, como una declaración de intenciones. Jamás supieron quien era la mujer que aparecía en ella, ni porque la dejaron allí, pero la policía insinúo que podría tratarse de la madre de una de las víctimas, aunque yo creo que fue más por justificar su imposibilidad para identificarla que por otra cosa.
Pasado algún tiempo aparecieron nuevas pruebas y se descubrió que aquel tipo era culpable de todos los asesinatos, algo que en realidad todo el mundo sabía ya, aunque nunca se supo porque hizo lo que hizo, ni tampoco la identidad de aquella misteriosa mujer.
Yo, personalmente, creo que se hizo justicia, pero desde luego, hay actos cuyas causas es mejor no conocer.


viernes, 14 de junio de 2013

JUSTICIA BINARIA

El diseño del androide de asistencia jurídica gratuita  era tan eficaz como anodino. Sus líneas sinuosas y su brillante acabado metálico eran señales estudiadas para inspirar confianza.  La mujer posó su vista sobre su abogado con una expresión entre cansada y triste. Nunca había terminado de entender porque el gobierno había puesto la justicia de los menos favorecidos en manos de las máquinas.
Tras examinar la documentación y las pruebas en apenas 15 segundos, el robot levantó la cabeza, mientras una luz verde titilaba en su frente.
-Todo listo para la Vista. Procedimiento. Lesiones. Personación en quince días. Pruebas procesadas. Probabilidad de éxito sesenta y cinco por ciento.-
Mientras la mujer volvía a su casa, con el cuerpo y el alma amoratados, no pudo evitar pensar que aquella máquina podía procesar leyes, pero nunca sabría  lo que es el dolor, el amor o la pérdida, nunca sabría lo que es la Justicia.


viernes, 7 de junio de 2013

MALDICIÓN

La diligencia botó ligeramente cuando cruzó el riachuelo y anunció  con contundencia que ya estaban llegando al pueblo fronterizo de “Maldición”.
Cuando al fin se detuvo, el hombre alto y vestido de negro se encasquetó el sombrero y se apresuró a bajar,  harto del polvo y del agrio olor del sudor de los caballos.
Dos hombres salieron a su encuentro, uno llevaba un traje raído, el otro iba tan impecable que parecía que fuera a una boda, en las solapas de sus chaquetas brillaban las estrellas de sheriff y ayudante. Ambos iban armados, pero en sus ojos se divisaba el inconfundible velo del miedo.
El hombre de negro bajó ligeramente la cabeza de manera que el sombrero veló su rostro, apoyó la mano derecha en el cinturón dejando a la vista un revolver de culatas de sándalo y una canana repleta de balas.
El pintoresco comité de recepción se paró en seco levantando las armas con la misma convicción que un cura borracho levantaría un crucifijo.
-Lo siento señor, pero en esta ciudad tenemos leyes. Debe usted dejar el arma en la oficina del Juez.- dijo el hombre del traje raído con una voz tan patética y temblorosa que parecía que fuese a echarse a llorar.
El hombre de negro levantó la cabeza, les miró de hito en hito esgrimiendo una sonrisa socarrona y al fin dijo;

-Tranquilos muchachos, yo soy el nuevo juez de Maldición.-

jueves, 6 de junio de 2013

EXPEDIENTE X

Era una noche fresca de primavera. Yo estaba ocupado en un expediente, redactando una sentencia, cuando afuera mi cachorro de cocker empezó a ladrar y, casi de inmediato, se encendió el equipo de música, la tele, y comenzó a sonar el teléfono. Me levanté sobresaltado cuando una luz blanquísima irrumpió por los cristales e inundó la habitación.
Salí corriendo al jardín y me encontré con que un enorme disco de metal iridiscente flotaba  suspendido sobre mi cabeza como una pompa de jabón. Yo, absolutamente estupefacto, solo pude encomendarme a la Providencia. Con un fogonazo, me encontré presidiendo una sala redonda y metálica, parecida a una Sala de Vistas y rodeado de hombrecillos verdes, de enormes ojos negros. Estaba tan estupefacto que no tenía ánimo ni para asustarme. Uno de aquellos seres, tan absurdamente arquetípico que casi me resultaba familiar, se me acercó y ladeando su desmesurada cabeza olivácea me dijo; telepáticamente.
-Señoría, necesitamos un juez realmente imparcial.