Ahí están, son los elegidos, sin miedo a ser juzgados, pues
ellos son juez, jurado y verdugo, son la raza superior, su mapa genético es
distinto, las debilidades como la compasión y la clemencia han sido purgadas de
sus organismos. Ahora el mundo es su patio de recreo. Crisis, Inflación,
guerras, hambre, epidemias, esas son sus cartas, el dinero y el poder sus
comodines. Los seres humanos, peones prescindibles. Ellos hace tiempo que
ascendieron en la escala evolutiva, ya no son simples humanos, son los
elegidos, son los orgullosos herederos de las cenizas de la Tierra, servidas en
una bandeja de oro para exquisitos gourmets que paladean un raro manjar.
Se regocijan,
estrechan manos, mienten protegidos por sus armaduras de diseño exclusivo,
reparten besos oscuros y viscosos como sanguijuelas y sonríen, sonríen porque
saben que aunque no existe perdón para sus pecados, no quedará nadie para recordarlos.
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