miércoles, 19 de junio de 2013

EL MOVIL

Yo miraba al teclado pensando que aquel litigio era el más extraño que había llevado jamás. Mi cliente acusaba a su mujer de haber incendiado todas sus parras justo antes de la vendimia. Al parecer, se había subido a un globo y había rociado de gasolina los árboles, para luego prenderles fuego. Cuando cursé la denuncia no pude evitar preguntarle a mi representado una cuestión que no terminaba de encajar. No había móvil. Su matrimonio no marchaba mal, si bien era cierto que, según sus palabras, su mujer era muy temperamental, sin embargo  aquel incendio les perjudicaba a ambos.
- ¿Cómo esta tan seguro de que fue su mujer? Desde el globo no pudo verla.-le dije.
-Sé que era mi mujer porque en el globo había escrito TE AMO en letras enormes.-
-¿Y?- respondí yo sin entender nada.
-Verá señor letrado, mi mujer sabe que sólo había algo que amaba tanto como a ella, y eran mis parras.-

El móvil habían sido los celos.

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