John Maybrick es uno de los nombres que usa el
extraño anciano de mi novela. El por qué de su otro nombre, Dogson, ya fue
desvelado y este otro también tiene su historia.
John Maybrick o James Maybrick, fue un adinerado
comerciante de telas allá por la convulsa época Victoriana, nacido
concretamente en 1838 en el seno de una familia acomodada en Liverpool y
fallecido en 1889, presuntamente envenenado a manos de su mujer. En realidad el
señor era un consumidor habitual de opio, entre otras cosas, por lo que es
probable que el consumo excesivo de esa sustancia fuera la causa de su muerte.
¿Quién Sabe? Tampoco es que tenga mucha importancia ya que su mujercita
Florence Maybrick fue juzgada y condenada a la horca por estos hechos, aunque
su graciosa majestad la reina Victoria la indultó, permaneciendo en prisión
hasta 1904.
Pero la verdadera razón de este nombre estriba en
que Maybrick tiene el dudoso privilegio de contarse entre la lista de
sospechosos de ser Jack el destripador. El hecho de que me decidiera por éste
fue fundamentalmente porque apareció un diario del puño y letra de J.Maybrick
en el que describía, con todo lujo de detalles, los asesinatos de White Chapel.
El tema del diario me daba juego, ya que en
realidad, aunque se hace alusión a un diario de Jack el destripador en la
novela, no se especifica que fuera de Lewis Carroll o de James Maybrick,
simplemente se habla del diario de Jack el destripador.
Como es obvio, han corrido ríos de tinta en torno a
la figura de Jack y existen defensores y detractores sobre las distintas
autorías. Lo cierto es que a día de hoy no se sabe a ciencia cierta quién
demonios fue Jack y mucho menos sobre la veracidad de los diarios.
El señor
Dogson, sí que lo sabe, pero le gusta jugar al despiste.
Nosotros no lo sabremos jamás, pero, mis queridos
lectores, siempre es mejor agitarse en la duda, a descansar en el error.
Un abrazo, al filo del Laberinto.
Es curioso, nunca pensé hubiera tanto trabajo detrás de la elección de los nombres de la novela, Rafa. Había referencias que sí eran más sencillas de captar, pero se nota que hay mucho más trabajo detrás de la Espiral y la Sombra de lo que puede parecer a simple vista.
ResponderEliminarMe ha parecido super interesante, desconocía la existencia del señor Maybrick como posible "Jack The Ripper".
Saludos titán!
Hola Dani, gracias por pasarte por aquí.
ResponderEliminarHay un largo elenco de posibles sospechosos, algunos incluso entre la realeza, tal y como propone el comic de Alan Moore "En la oscuridad".
Parece ser que los libre pensantes gafapásticos dicen que otorgarle a un comic el título de "novela gráfica" es aberrante. Desde luego, yo soy de los que piensan que algo es bueno o es malo, venga en el formato que venga y entre otras cosas no creo que el término comic sea ni mucho menos despectivo, así pues comic será.
Y tras esta breve reflexión y a la sazón de lo que dices, efectivamente la Espiral y la Sombra se hizo a fuego lento y por consiguiente tiene multitud de referencias y bebe de muchas fuentes.
Un abrazo, al filo del Laberinto.