jueves, 16 de mayo de 2013

DESTELLOS


La nieve caía lenta y dolorosa sobre el patio de la cárcel, eran las exiguas cenizas manchadas de pintura blanca, que provenían del horno crematorio de su alma.
La Constitución protege la vida humana, es un derecho fundamental. No pensaba en eso cuando lo mató, ni siquiera, en todas las veces en que la había insultado y golpeado. Fue más bien un destello, un parpadeo en el que rememoró que en otro tiempo, ella fue una persona, no un guiñapo vacuo y sin esperanza.
No recordaba con mucha claridad como había llegado hasta aquella celda. Lo que si recordaba era el cuchillo hundiéndose en su pecho sin corazón, donde una flor carmesí crecía con desmesura. Recordaba carteles !CONTRA LA VIOLENCIA, PREVENCIÓN!
Se preguntó entonces y se preguntaba ahora, que clase de prevención podía existir contra lo inexorable. Tal vez el Magistrado que la había juzgado tuviera la respuesta.

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